La estrella de Hollywood, Michael Madsen, participó en varias producciones de Quentin Tarantino. 

El actor estadounidense Michael Madsen, conocido por su participación en varias películas de Quentin Tarantino, falleció de forma inesperada el jueves 3 de julio a los 67 años. Su muerte ha dejado un vacío en la industria del cine, donde era una figura muy respetada.

¿De qué murió Michael Madsen? 

Madsen fue encontrado sin vida en su casa ubicada en Malibú, California. Según reportaron las autoridades, fue declarado muerto a las 8:25 a. m. y no se sospecha de ningún acto criminal. Su representante, Ron Smith, confirmó que la causa del fallecimiento fue un paro cardíaco.

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El portavoz del actor también destacó el compromiso reciente de Madsen con el cine independiente. “Madsen ha realizado un trabajo increíble en el cine independiente durante los últimos dos años, incluyendo las películas Resurrection Road, Concessions y Cookbook for Southern Housewives, y estaba muy ansioso por comenzar esta nueva etapa en su vida”, declaró Ron Smith.

Además, Madsen estaba por lanzar un nuevo proyecto literario. Su representante contó que el actor preparaba la publicación de un libro titulado ‘Tears For My Father: Outlaw Thoughts and Poems’, el cual aún se encuentra en proceso de edición.

(Foto: Euronews)

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La gran trayectoria de Michael Madsen

Con más de 40 años de carrera en el cine y cerca de 300 participaciones en distintas producciones, Michael Madsen se ganó un lugar especial en Hollywood gracias a sus interpretaciones de personajes duros y complejos. Su estilo lo convirtió en uno de los actores más recordados del cine de acción y drama.

Uno de sus papeles más emblemáticos fue el del temido Mr. Blonde (Sr. Rubio) en Perros de la Calle (1992), la primera película dirigida por Quentin Tarantino. También destacó como Budd, el hermano del villano principal, en Kill Bill: Vol. 1 y 2.

Madsen también actuó en otras reconocidas películas como Donnie Brasco, Once Upon a Time in Hollywood y The Hateful Eight, reforzando su imagen de “chico malo” con profundidad emocional. Gracias a ese perfil, se volvió un ícono del cine independiente y de culto.